viernes, 30 de noviembre de 2012

5 pautas para aumentar tu Inteligencia Emocional



La Inteligencia Emocional se puede definir como la capacidad de comprender y gestionar eficazmente los propios sentimientos y también los ajenos. Es absolutamente esencial en la formación, el desarrollo, el mantenimiento y la mejora de las relaciones personales cercanas. A diferencia del coeficiente intelectual, que no cambia significativamente a lo largo de toda una vida, nuestra Inteligencia Emocional puede evolucionar y aumentar con el deseo de aprender y crecer.
A continuación se presentan 5 claves que pueden mejorar la inteligencia emocional:

1. La capacidad para hacer frente a las emociones negativas propias.

“Nos convertimos en lo que pensamos.” – Ralph Waldo Emerson
Tal vez ningún aspecto de la Inteligencia Emocional es más importante que nuestra capacidad para gestionar con eficacia nuestras propias emociones negativas, aquello que nos abruma y afecta a nuestro juicio. Con el fin de cambiar la forma en que nos sentimos acerca de una situación, primero tenemos que cambiar nuestra forma de pensar en ello.

2. La capacidad de mantener la calma en situaciones estresantes.

La mayoría de nosotros experimentamos un cierto nivel de estrés en la vida. Cuando estamos bajo presión, la cosa más importante a tener en cuenta es mantener la calma. Aquí están algunos consejos rápidos:

A. Si te sientes enojado y molesto con alguien, antes de decir algo que más tarde podrías lamentar, respira profundo y cuenta lentamente hasta 10. En la mayoría de los casos, en el momento de llegar a 10, habrás encontrado una mejor manera de comunicar el problema. Si todavía estás molesto después de contar hasta 10, tómate un tiempo de descanso si es posible y retoma el tema después de que te calmes.

B. Si te sientes nervioso y ansioso, mójate la cara con agua fría y date una vuelta. La temperatura fría puede ayudar a reducir el nivel de ansiedad. Evita las bebidas con cafeína que pueden estimular tu nerviosismo.

C. Si te sientes temeroso, deprimido o desanimado, trata de hacer intensos ejercicios aeróbicos. Tu autoconfianza crecerá al experimentar la vitalidad de tu cuerpo.

D. Si te sientes abrumado, confundido, sin inspiración… toma contacto con la naturaleza. Encuentra una vista panorámica admira su belleza mientras realizas respiraciones profundas. Vacía tu mente. Volverás con una nueva perspectiva.

3. La capacidad de leer las señales sociales

“No vemos las cosas como son. Vemos las cosas como somos.” – Anais Nin.

Las personas con un nivel alto de Inteligencia Emocional son generalmente más precisos en su capacidad para percibir e interpretar las demás expresiones emocionales, físicas y verbales. También saben cómo comunicarse con eficacia para aclarar sus intenciones. Aquí hay un par de consejos para aumentar la precisión de la lectura de las señales sociales:

A. Ante un hecho confuso podemos llegar a tener por lo menos 2 interpretaciones posibles antes de sacar conclusiones. Por ejemplo, llamamos a nuestro amigo y no contesta. Puedo pensar que mi amigo no me devuelve la llamada porque no me hace caso o puedo considerar la posibilidad de que él ha estado muy ocupado. Cuando evitamos personalizar los comportamientos de otras personas, podemos percibirlos de una manera más objetiva y reducir la posibilidad de malos entendidos.

B. Pedir aclaraciones cuando sea necesario. Si es necesario, consultar con la otra persona que aclare por qué se comporta como lo hace. Preguntas del tipo: “Tengo curiosidad, ¿puedes decirme por qué …”, y evitar acusaciones y juicios. Compara las palabras de esa persona con su lenguaje corporal para comprobar si hay congruencia.

4. La capacidad de ser asertivo cuando sea necesario.

“Ser lo que somos exige que podemos hablar abiertamente sobre las cosas que son importantes para nosotros.” – Harriet Lerner

Hay momentos en la vida de todos nosotros en los que es importante establecer nuestros límites adecuadamente para que la gente sepa dónde estamos. Estos pueden incluir el ejercicio de nuestro derecho a estar en desacuerdo (sin ser desagradable), decir “no” sin sentirnos culpables, establecer nuestras propias prioridades y protegernos de cualquier coacción y ataque.

5. La capacidad de expresar emociones íntimas en las relaciones íntimas o personales.

La capacidad para expresarse emociones íntimas con eficacia es esencial para el mantenimiento de relaciones personales cercanas. En este caso, “con eficacia” significa compartir sentimientos íntimos con alguien en una relación adecuada, de una manera que es constructiva y ser capaz de responder afirmativamente cuando la otra persona hace lo mismo.

martes, 27 de noviembre de 2012

La clave de la transformación educativa

Interesante charla del doctor Mario Alonso Puig, medico especialista en cirugía y que ha dedicado gran parte de su vida al estudio de las funciones superiores del cerebro, en el I Congreso de Mentes Brillantes Nos transmite un mensaje muy esperanzador a todos nosotros avalado en investigaciones científicas  "Creer que sois profundamente inteligentes y luchar por desplegar ese potencial y ello se convertirá en realidad". Demos ese tipo de mensajes a nuestros hijos y huyamos de las etiquetas limitadoras.


lunes, 26 de noviembre de 2012

La vida sigue




*UN MAESTRO* se paro ante un publico en una conferencia y contó un chiste y todos se rieron.
Al cabo de un rato contó el mismo chiste y casi nadie se río. Contó el chiste una y otra vez hasta que nadie se reía, y dijo:
"Si no pueden reírse varias veces de una sola cosa, ¿porque llorar al recordar lo mismo una y otra vez?".
No vale la pena aferrarse a lo que te hace daño o a lo que ya no tiene remedio y ¿sabes que? No hay vuelta atrás; La vida continua. 
Solo Ama, Perdona, Valora y Vuelve Amar... Vale la pena ser feliz

viernes, 23 de noviembre de 2012

No hay avance sin miedo


¿Crees que eres la única que tiene miedo?
¿Piensas que las personas que admiras no lo tienen?
Quiero que sepas que este artículo me lo dedico a mí también.
Cuando alguna persona me dice que tiene miedo le digo: “Bienvenida al club, aquí la presidenta…”
Tengo el gusto de confesarte que yo también tengo miedo. Tengo miedo cada vez que me propongo avanzar, tengo miedo cuando voy a hacer algo nuevo, tengo miedo al ir a conseguir un objetivo, tengo miedo de luchar por mis sueños.
Si lo piensas bien, es la manera de crecer y mejorar. Si no tuvieras miedo significaría que todo lo que haces no te cuesta, te resulta fácil, lo dominas, lo conoces…
Entonces, ¿dónde está el avance, el crecimiento, el reto?
El miedo es parte de la vida, parte del camino. El verdadero sentido de la vida es tener metas, querer ser mejor, proponerse avanzar. El miedo está presente y la recompensa la encuentras una vez que lo has superado.
Sé que estás pensando que qué fácil es decirlo ¿verdad? Tienes razón, es fácil de decir pero difícil de hacer. Quiero decirte que si empiezas a enfrentar tus miedos verás como poco a poco saldrá la persona valiente que llevas dentro. Todos la tenemos.
¿A qué tenemos miedo? Tenemos miedo a lo desconocido, a fracasar, a triunfar, al qué dirán, a merecer el premio, al cambio.
Tengo una noticia que parece mala pero es genial. Y es que una vez que has superado un miedo y creces, el seguir avanzando supone un miedo quizá mayor. Es mala pero a la vez estupenda porque si te conviertes en “come miedos” te “comerás el mundo”.

TE PUEDE AYUDAR pensar qué es lo peor que te puede pasar si te enfrentas a tus miedos.
TE PUEDE AYUDAR pensar qué puedes perder, qué puedes ganar.
TE PUEDE AYUDAR preguntarte si merece la pena conseguir lo que quieres, si te va a llevar hacia donde quieres.
TE PUEDE AYUDAR pensar que no es tarde; que aún puedes; que mientras estés viva, tengas ilusión, ganas de disfrutar y de conseguir lo que quieres, merece la pena intentarlo.
TE PUEDE AYUDAR reconocer que un intento tras otro ha llevado a los valientes a conseguir sus metas.
TE PUEDE AYUDAR creer que no eres menos que nadie, creer que si otros pueden tú también.
TE PUEDE AYUDAR conocer las historias de las personas que admiras y saber que están donde están porque también vencieron miedos, se atrevieron, se arriesgaron. Pero no se rindieron.
TE PUEDE AYUDAR empezar a moverte, a ir hacia donde quieres, a poner de tu parte, a dejar la apatía a un lado. Verás cómo empiezan a ocurrir cosas inesperadas y sorprendentes. Es el Universo acompañándote.

Aprovecha la próxima vez que tengas miedo para enfrentarlo. Cuando lo superes te preguntarás por qué no lo hiciste antes… Porque tenías miedo.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Los problemas en el camino




Al día nos encontramos con muchas dificultades.... pero en eso consiste la vida... en vivir entendiendo que los problemas son parte del camino. No debemos dejar que nos influyan. Hay que luchar con entusiasmo. Hay que aprender a sonreír a las dificultades. Cuando un problema nos ve reír, reirá con nosotros y se marchará. Da gracias a la existencia por todas las cosas buenas que te ha dado. Eres un ser afortunado. Sonríe a la vida y la vida sonreirá contigo.
Recuerda que es tu propia decisión. El problema no es lo que nos pasa, sino como nosotros reaccionamos ante lo que nos pasa. Valora los problemas en tu camino como desafíos, verdaderos obstáculos que debes intentar superar. La adversidad tiene el don de despertar talentos, que en la comodidad hubieran permanecido dormidos. 
Siempre habrá problemas. Cuando antes lo aceptes, antes te relajarás. Cuando, realmente, te des cuenta de esto, de que en la vida siempre habrá problemas y obstáculos, no te limitarás y no frenarás tu marcha, sino que empezarás a reír. 
¿Tienes un nuevo problema? Relájate. 

miércoles, 21 de noviembre de 2012

El secreto de la vida es DAR


En un oasis escondido entre los más lejanos paisajes del desierto, se encontraba el viejo Eliahu de rodillas, a un costado de algunas palmeras datileras.
Su vecino Hakim, el acaudalado mercader, se detuvo en el oasis a abrevar sus camellos y vio a Eliahu transpirando, mientras parecía cavar en la arena.
- ¿Que tal anciano? La paz sea contigo.
- Contigo -contestó Eliahu sin dejar su tarea.
- ¿Qué haces aquí, con esta temperatura, y esa pala en las manos?
- Siembro -contestó el viejo.
- Qué siembras aquí, Eliahu?
- Dátiles -respondió Eliahu mientras señalaba a su alrededor el palmar.
-¡Dátiles!! -repitió el recién llegado, y cerró los ojos como quien escucha la mayor estupidez.
-El calor te ha dañado el cerebro, querido amigo. Ven, deja esa tarea y vamos a la tienda a beber una copa de licor.
- No, debo terminar la siembra. Luego si quieres, beberemos…
- Dime, amigo: ¿cuántos años tienes?
- No sé… sesenta, setenta, ochenta, no sé… lo he olvidado… pero eso, ¿qué importa?
- Mira, amigo, los datileros tardan más de cincuenta años en crecer y recién después de ser palmeras adultas están en condiciones de dar frutos.
Yo no estoy deseándote el mal y lo sabes, ojala vivas hasta los ciento un años, pero tú sabes que difícilmente puedas llegar a cosechar algo de lo que hoy siembras. Deja eso y ven conmigo.
-Mira, Hakim, yo comí los dátiles que otro sembró, otro que tampoco soñó con probar esos dátiles. Yo siembro hoy, para que otros puedan comer mañana los dátiles que hoy planto… y aunque solo fuera en honor de aquel desconocido, vale la pena terminar mi tarea.
- Me has dado una gran lección, Eliahu, déjame que te pague con una bolsa de monedas esta enseñanza que hoy me diste – y diciendo esto, Hakim le puso en la mano al viejo una bolsa de cuero.
- Te agradezco tus monedas, amigo. Ya ves, a veces pasa esto: tú me pronosticabas que no llegaría a cosechar lo que sembrara. Parecía cierto y sin embargo, mira, todavía no termino de sembrar y ya coseché una bolsa de monedas y la gratitud de un amigo.
- Tu sabiduría me asombra, anciano. Esta es la segunda gran lección que me das hoy y es quizás más importante que la primera. Déjame pues que pague también esta lección con otra bolsa de monedas.
-Y a veces pasa esto -siguió el anciano y extendió la mano mirando las dos bolsas de monedas-: sembré para no cosechar y antes de terminar de sembrar ya coseché no solo una, sino dos veces.
-Ya basta, viejo, no sigas hablando. Si sigues enseñándome cosas tengo miedo de que no me alcance toda mi fortuna para pagarte…

martes, 20 de noviembre de 2012

Las relaciones tóxicas


Las relaciones tóxicas son más comunes de lo que creemos. Se pueden dar entre parejas, pero también entre amigos o familiares. Son relaciones que nos enganchan como en una red negativa de la que nos es difícil salir cuando no tenemos las capacidades y habilidades necesarias para enfrentarlas. 

¿QUÉ SE CONSIDERA UNA RELACIÓN TÓXICA?

Si a ratos preferirías no estar con esa persona porque te hace sentir mal, porque tu vibración cambia, porque te altera hasta puntos que nunca creíste llegar, si te sientes manipulado a través de sentimientos de culpa, sarcasmo o ironía que esa persona te comunica, si sientes que no mereces ese trato pero no acabas de poner fin a esta relación, entonces estás atrapado en una relación tóxica.
En definitiva se trata de una relación donde una parte o ambas sufren más que el hecho de experimentar satisfacción al estar juntos. Los miembros se ven sometidos a un gran desgaste emocional con el objetivo de convencerse a ellos mismos que pueden salvar esa unión.
Al tratar de acomodarnos a la otra persona lo que hacemos es desvirtuar la realidad ¿En qué sentido? Nos convencemos a nosotros mismos que sino mostramos malestar sobre ciertos aspectos que nos incomodan, evitaremos una nueva confrontación. ¿Pero que pasa cuando nos negamos a nosotros mismos? Que nos enfermamos física y emocionalmente. La represión emocional nos provoca ansiedad y estrés. 
Por otro lado empiezan los problemas de comunicación, sino nos mostramos como somos ¿cómo nos van a entender los demás?, por lo que todo este conjunto de malestares acaban pasándonos factura. 
Las RAZONES por las que podemos mantener una relación tóxica pueden ser muy diversas, pero casi todas tienen una serie de puntos en común, los cuales pasaré a detallar a continuación:

BAJA AUTOESTIMA
¿Qué es la autoestima? Es un conjunto de percepciones, valoraciones y sentimientos que hacemos con respecto a nosotros mismos. Se considerará baja cuando nuestras creencias estén basadas en no ser merecedores de algo mejor, por lo que en el caso de este tipo de relaciones se tiene la idea de que no podemos estar sin esa persona porque ella es la que siempre ha estado ahí para ayudarnos en todo. Empiezan las preguntas recurrentes como ¿quién me va a cuidar? ¿quién me va a amar? ¿quién me va a animar a seguir adelante?.

CREER QUE SOMOS LA SOLUCIÓN A SUS PROBLEMAS
Por el contrario podemos tener la sensación de que nosotros somos salvadores de esa persona, que podemos calmar sus malestares y conseguir que vea la realidad desde otro punto de vista idóneo para ambos. Se fantasea con el hecho de que hemos llegado a su vida para hacerlo cambiar, que con nosotros la cosa será diferente. Esto provoca mucha frustración y mucho sufrimiento, ya que hemos basado nuestra relación en unas expectativas poco reales, en veZ de basarla en el aquí y ahora. 
Si bien es verdad que se pueden cambiar rasgos de personalidad en la otra persona, esto sólo sucederá cuando esa persona esté dispuesta a cambiarlos y no antes. Por lo que el deseo de mejorar la vida del otro no tiene que significar que el otro la quiera mejorar, es ahí donde se produce la frustración. No podemos cambiar el entorno, pero si la actitud con la que nos enfrentemos a él.

YO SOY LA VÍCTIMA EN ESTA HISTORIA
Llegamos a creernos las palabras hirientes que nos dicen y pensamos ¿quién nos va a querer más que está persona?. Si tan mala persona soy y no me merezco nada, ¿cómo voy a dejar esta relación con la suerte que he tenido de dar con alguien que si me aguante?. Ese miedo a quedarnos solos y pensar que tenemos lo que merecemos, es lo que acaba siendo más limitador. Una vez más aparece la inseguridad.

DEPENDENCIA EMOCIONAL
Tratamos de suplir carencias afectivas con esa persona, pretendemos que nos de lo que nosotros mismos no somos capaces de gestionar. Esta sensación en ocasiones nos lleva a mendigar cariño y es cuando empiezan los desencuentros emocionales.

MIEDO A QUEDARSE SOLO
Quizás esta sea la característica más común, ya que por miedo a no quedarnos solos toleramos cualquier tipo de relación, aunque ésta nos haga sentir mal. Pero lanzo una pregunta al aire ¿no es peor la sensación de estar sólo aún estando acompañado?. 
No hemos de confundir soledad con desolación, la soledad es un estado de la persona donde se encuentra la paz interior, la desolación es sentir esa carencia de no estar acompañado de alguien que consideramos nos aporta lo que nosotros no sabemos gestionar.

MIEDO A LO QUE ESTÁ POR VENIR
Otras personas se acomodan dentro de esta relación, por mucho malestar que les aporte, por miedo a seguir adelante con su vida y abrir nuevos caminos. Es lo que supuestamente se conoce como zona de confort, aunque en este caso es una seguridad ficticia. 

Una cosa está clara, el amor no es malestar, ni dependencia, ni miedo. El amor  es libertad y satisfacción. 
(Fuente: www.psicologaemocional.com)

lunes, 19 de noviembre de 2012

Una sonrisa no tiene precio

Cuanto tenemos que aprender de estos niños. No tiene nada.......pero lo tienen todo.Tienen ALEGRIA
Déjate ayudar por ellos

Las palabras no se las lleva el viento


Cuenta la historia que en cierta ocasión, un sabio maestro se dirigía a un atento auditorio dando valiosas lecciones sobre el poder sagrado de la palabra y el influjo que ella ejerce en nuestra vida y la de los demás. De repente fue interrumpido por un hombre que le dijo airado:
¡No engañes a la gente!
El poder está en las ideas, no en la palabra. Todos sabemos que las palabras se las lleva el viento. Lo que usted dice no tiene ningún valor! 
El maestro lo escucha con mucha atención y tan pronto termina, le grita 
con fuerza: 
¡Cállate, estúpido; siéntate, idiota!
Ante el asombro de la gente, el aludido se llena de furia, suelta varias imprecaciones y, cuando estaba fuera de sí, el maestro alza la voz y le dijo:
-Perdone caballero, lo he ofendido y le pido perdón. Acepte, por favor, mis sinceras excusas y sepa que respeto su opinión, aunque estemos en desacuerdo 
El Señor se calma y le dijo al maestro: 
-Lo entiendo... y también yo le presento mis excusas por mi conducta. No hay ningún problema, y acepto que la diferencia de opiniones no debe servir para pelear sino para mirar otras opciones. 
El maestro le sonrió y le dijo: 
"Perdone Usted que haya sido de esta manera, pero así hemos visto del modo más claro, el gran poder de las palabras. Con unas pocas palabras lo exalté y con otras le he calmado" 
Solo te lo dejo para Reflexionar tienes el poder de usar la palabra en forma positiva o no. Recuerda las palabras no se las lleva en viento.

domingo, 18 de noviembre de 2012

La FELICIDAD también se aprende


¿Las personas que siembran felicidad, nacen o se hacen? Según el psicoterapeuta y coach personal y ejecutivo, Jose María Sanz : “Existe gente que de forma natural posee un talante entusiasta, alegre y positivo, porque está en sus genes o bien porque han crecido en un ambiente familiar y social que ha fomentado esta forma vitalista de ser y comportarse”.
“Otras personas –según Sanz- pueden aprender a ser más optimistas y alegres y contagiarlo a los demás. Aunque en verdad se trata de reaprender, porque la felicidad es el estado natural de del ser humano. Surge espontáneamente cuando se es niño, y va apagándose con el paso de tempo. Se trata de recuperar esa alegría que sigue viva en nuestro interior, dejando que aflore”.
“El buen humor y las actitudes positivas pueden ‘contagiarse’ de una persona a otra. La gente optimista ‘contagia’ su actitud a quienes la rodean, como demuestran los grandes oradores, que movilizan mucho a la gente que los escucha, transmitiéndole un ánimo positivo y una visión del ‘lado bueno’ de las cosas”.
“Ver a una persona sonriendo nos ilumina la cara y anima la vida. Si sonreímos, buscamos cosas que nos hagan reír y sentir bien, como ver una comedia o escuchar chistes, o evocamos los recuerdos positivos de cuándo las cosas han salido bien, nuestro cuerpo se expande y se abre y nuestro ánimo sube”.
“Hay que ver lo que ocurre y como resolverlo, poniendo la mayoría de la atención en las soluciones. Para los optimistas, los inconvenientes son un reto. Aceptan lo que ha surgido y se plantean como solucionarlo. Ante los reveses, buscan una ilusión que les de fuerzas y la forma de salir del atolladero”.
Para fomentar la alegría y el entusiasmo Sanz, sugiere cultivarlo intentando a diario “sonreír y hallar la salida a lo que ocurra y recordar al cabo de la jornada, no sólo los momentos bonitos sino aquellas situaciones difíciles de las que hemos salido airosos”.
También es importante sentirse agradecido hacia la vida, el mundo, los demás, porque “la gratitud torna más positiva y sincera nuestra relación con la gente que nos rodea. Al sonreír a la vida, la vida nos sonríe. Al alegrar nuestra propia existencia, se la alegramos a los demás”.
Para el psicólogo clínico José Elías, el optimismo “es una actitud ante la vida que puede cultivarse, ampliarse y aprenderse, como otras habilidades. Para desarrollarla recomienda “destinar cada día un poco de nuestra energía a un causa noble, a actividades tan sencillas como ser más cariñoso con la familia o hacer un favor a un amigo”.
“Una vida en la que se prescinde de ayudar a los demás o que no tenga una causa elevada, casi siempre se traduce en sensaciones de vacío, soledad y depresión. Cuando uno dedica su energía a una buena causa, se vuelve activo y se enriquece”, señala.
El optimismo también se nutre de luchar por convertir nuestros sueños en realidad, según Elías, quien aconseja “empezar ya mismo a poner los cimientos para poder ir en busca nuestros objetivos y cambiar aquellos aspectos de nuestra vida que queramos cambiar. Mantenerse activo levanta el ánimo“.
“Escuchar música relajante, leer un libro alentador o enriquecedor o jugar con nuestros hijos, en vez de abarrotarse de la información negativa que llega a través de algunos medios de comunicación, puede parecer una táctica que nos aleja del mundo pero, en realidad, alejarse unos días de la actualidad permite apreciar las cosas y nuestra vida en su justo valor”, según Elías.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Aprende a compartir

Una lección magistral de nuestros mejores maestros ......"los niños"
De los 20 niños sometidos a estudio, 20 compartieron su comida. Queda claro que la lucha contra el hambre es más fácil si todos compartimos un poco.

Quiéreme como soy

Artistas y Niños especiales cantan y bailan al ritmo de la canción compuesta por Frank Ceara
Lo que mas me gusta del vídeo es que llama a las personas por su nombre y no le añade la etiqueta de su diagnostico. Juan es Juan mas allá de su dificultad. 
Aprendamos pues una sabia lección : Hay que huir de poner etiquetas a nuestros hijos, incluso a los niños "normales", pues en muchas ocasiones su comportamiento  a la larga obedece a esa etiqueta impuesta y el niño termina siendo un "revoltoso" "vago" "despistado" etc.. En todo caso que esas etiquetas sean siempre positivas.. y digamos de nuestro hijo que es  "alegre" "simpático" "creativo"....  


viernes, 9 de noviembre de 2012

Atrévete a cambiar

Genial spot. Nos muestra la mejor manera de superar el  miedo que no es otra que enfrentarse a ellos