miércoles, 27 de mayo de 2015

Truco para tener una actitud positiva


Hoy quiero compartir contigo un pequeño truco que he utilizado en varias ocasiones y que me ha servido para cambiar mi actitud o mis pensamientos en un determinado momento.
Un día decidí ponerme notas de aviso para mandarme mensajes que me alegraran el día.
¿Te ha pasado alguna vez que te levantas con el pie izquierdo y no tienes ganas de nada? Y de repente alguien te dice algo bonito y cambia tu actitud y de repente te sientes mejor. 
Yo decidí ser yo misma quién me lo dijera o mejor dicho mi móvil
Para empezar el día cargada de energía positiva y con un bonito pensamiento, me programaba notas de aviso que sonaban a la media hora de haberme levantado con mensajes como “Hoy vas a tener un gran día” o “Sonríe y disfruta el día”
A media mañana programaba otra nota, a veces simplemente con la palabra “Sonríe”.
Imagínate un día en el trabajo mosqueada porque tu jefe, tu compañero, un cliente, te han dado la mañana o llevas un día estresante que no llegas a hacer todo lo que quieres y de repente suena tu móvil con ese mensaje.
También puedes ayudar a un compañero o amigo cuando lo veas agobiado escribiéndole una palabra o una frase en un papel o simplemente dibujándole una sonrisa y poniéndole delante ese papel.
Y para acabar el día, recuérdate “Qué me ha pasado bueno hoy” y “¿Por qué me alegro?”
Esa nota de aviso o alarma puede cambiar la situación y nuestras emociones y sentimiento. Si ya estamos alegres puede incrementar esa alegría o simplemente hacernos sonreír y si estamos enojados, estresados, pesimistas, puede cambiar nuestra actitud.
Y como tener una actitud positiva es contagioso seguro que consigues que la gente que te rodea también esté más positiva.
Os aseguro que funciona. A mi personalmente me ha ayudado y me ha servido para entrenar mi mente para ser más optimista.
Probar y hacerlo durante periodos interrumpidos de tiempo ya que, al menos a mi me ha pasado, si lo alargas mucho, al sonar la alarma ya sabes lo que pone y acabas silenciándola sin mirarla. Cuando pase esto, bórralas y vuelve a empezar pasado un tiempo.
Llenemos nuestra mente de pensamientos positivos :)

domingo, 24 de mayo de 2015

10 signos para saber si estás creciendo emocionalmente


Los proyectos más ambiciosos a menudo son cuesta arriba, demandan una gran dosis de sacrificio y perseverancia. Por eso, es comprensible que perdamos la fuerza y el empuje a mitad del camino. Sin embargo, cuando nos desmotivamos, estamos tentados a abandonar. En ese momento, solo miramos hacia adelante, solo percibimos el camino que nos falta por recorrer y por eso no nos percatamos del trayecto andado. No obstante, a veces es necesario mirar atrás para comprender la verdadera magnitud de lo que hemos alcanzado.

De hecho, a menudo abandonamos nuestros sueños solo porque no somos plenamente conscientes de las cosas que hemos logrado, de los pequeños pasos que hemos ido dando. Cuando nos centramos únicamente en los fracasos, perdemos la motivación y corremos el riesgo de abandonar justo antes de llegar a la meta.

Esto se debe, en parte, a que nuestra sociedad nos ha enseñado a castigarnos por los errores, pero no a recompensarnos por cada logro. Nos planteamos cambios trascendentales pero cuando se produce una involución, nos desmotivamos y abandonamos, sin darnos cuenta de todo lo que habíamos logrado. 

Por eso, de vez en cuando es necesario hacer inventario de lo que hemos logrado. Puede que estés creciendo emocionalmente sin que te hayas dado cuenta.
¿Cuáles son las señales que indican que estás creciendo emocionalmente?

1. Dejas ir las cosas que te dañan

Aprender a dejar ir, centrarse en las cosas que realmente valen la pena y obviar aquellas que nos dañan o molestan, es una habilidad clave para tener éxito y, sobre todo, para alcanzar el equilibrio emocional. Sin embargo, también es una habilidad muy difícil de desarrollar. Por eso, el simple hecho de aprender a reconocer a las personas tóxicas y saber cómo lidiar con sus comportamientos, sin que generen culpa o ira, ya es un gran paso.

2. Aprendes de los errores

Nadie es perfecto, nadie puede afirmar que nunca se ha equivocado. Por eso, despojarse del perfeccionismos y aceptar que los errores forman parte del camino y que incluso son valiosos, es un signo inequívoco de que has madurado. Cuando comprendemos las equivocaciones como oportunidades para crecer, cambia por completo nuestra perspectiva y podemos emprender proyectos más ambiciosos sin temor a quedarnos a mitad del camino.

3. Dejas de quejarte

Las quejas suelen ser un agujero negro por el cual se escapa la energía porque no conducen a soluciones sino que tan solo generan un malestar aún mayor que nos hace ver el mundo bajo un prisma gris. Sin embargo, las personas más equilibradas y exitosas no tienen la costumbre de llorar sobre la leche derramada, se ponen inmediatamente manos a la obra e intentan darle la vuelta al problema. Si estás actuando más y quejándote menos, es porque estás creciendo emocionalmente.

4. Celebras el éxito de los demás

Aplaudir el éxito de las personas es una señal de madurez, indica que no les envidias y que comprendes que su éxito no significa que hayas fracasado. Ser capaces de reconocer el trabajo y el esfuerzo de los otros, en vez de lanzar críticas denigrantes, no solo contribuye a crear un buen clima sino que implica un cambio de actitud que te beneficiará.

5. Tus relaciones personales son menos conflictivas

El mundo no es conflictivo, solo hay egos demasiado grandes que chocan entre sí y dan lugar a conflictos que se podían haber evitado. Parte de la madurez significa dejar de ver las relaciones interpersonales como un campo de batalla en el que hay ganadores y vencidos. Cuando tus relaciones son más fluidas, logras trabajar mejor y te sientes más a gusto, es porque has madurado y has aprendido que es mejor tener paz que tener razón.

6. No temes pedir ayuda

Pedir ayuda no significa ser débil. De hecho, es una señal de fortaleza y confianza en sí mismo. Ninguna persona ha podido crecer y tener éxito aislada, necesita a los demás. Pedir ayuda significa que has reconocido que no puedes lograr algunas cosas por ti solo y que eres lo suficientemente humilde como para reconocerlo y apoyarte en los demás. 

7. Has alzado tus estándares 

A medida que maduramos, somos más conscientes de lo que queremos y de lo que no estamos dispuestos a permitir. Una persona madura es segura de sí y establece ciertos límites que los demás no deben traspasar. Por supuesto, no se trata de límites caprichosos sino de reglas que te permiten proteger tus derechos como persona y mantener tu equilibrio psicológico. 

8. Has aprendido a abrirte emocionalmente

El amor es arriesgado. Amar significa entregarse y, por consiguiente, exponerse a que alguien nos dañe. Por eso, muchas personas temen comprometerse y se cierran cuando alguien se acerca. Sin embargo, cuando maduramos emocionalmente nos damos cuenta de que la mejor apuesta es abrir nuestro corazón. Es cierto que podemos ser rechazados o salir dañados pero habremos vivido, atesorado experiencias y conectado emocionalmente con alguien.

9. No te importa lo que piensen los demás

Es obvio que la opinión de las personas que están a tu alrededor es importante pero, en cierto punto de la vida, estas deben convertirse solo en sugerencias, no en lineamientos que determinen tu vida. La madurez llega cuando eres capaz de convivir con los demás sin dejarte influenciar demasiado por las expectativas que tienen sobre ti, cuando logras encontrar tu lugar en el mundo, un lugar con el que te sientes a gusto y puedes realizarte.

10. Aceptas tus limitaciones y trabajas para mejorar

La madurez emocional no implica desarrollar un positivismo ilusorio. La persona madura es consciente de sus limitaciones, sabe que hay muchas cosas que no puede cambiar o que están fuera de su alcance. Sin embargo, eso no la deprime. Al contrario, le permite focalizarse en las situaciones sobre las cuales puede realmente incidir. De esta forma, es capaz de economizar sus fuerzas y usarlas allí donde realmente puede obtener frutos.

Recuerda que "la vida no se trata de encontrarte a ti mismo, la vida es crearte a ti mismo", según el escritor irlandés  Bernard Shaw.
(Fuente: Jennifer Delgado)

sábado, 23 de mayo de 2015

La educación explicada por un niño

Padres, maestros, profesionales de la educación ¿Que estamos haciendo? Los niños nos están dando la pauta. ¿No seremos nosotros los que no asumimos que la realidad ha cambiado y en vez de trata de aceptarlo queremos mantenernos en "lo conocido" aun a riesgo de etiquetar a los niños y desmotivarlos?. Hagamos un esfuerzo por ponernos en su lugar y trasmitirles el gusto por saber y aprender.

viernes, 22 de mayo de 2015

Los adultos transmitimos nuestro stress a los niños


El sistema neurológico de nuestros hijos no está preparado para el ritmo de vida al que están acostumbrados los adultos. No está tan entrenado y es mucho más sensible a las presiones y al estrés.
Este es un motivo por el que no debes contagiar a tu hijo de tus prisas y vorágine. Pero hay otro motivo igual de importante que tiene que ver con sus habilidades cognitivas.

Tu hijo está en formación constante. Cada día aprende y descubre cosas nuevas. Necesita calma para asimilar sus aprendizajes y para poder aprovechar al máximo las oportunidades del día a día con conciencia plena. Necesita cierto estado de equilibrio emocional e intelectual para revisar sus errores, sacar conclusiones y buscar estrategias para no repetirlos, para que distingan lo importante de lo que no lo es. Un pensamiento divergente, hipotético o deductivo necesita tener en cuenta muchas variables, pequeños detalles que bajo las prisas pasan desapercibidos.

E incoherentemente les exigimos un trabajo de calidad, que lo poco o mucho que hagan lo hagan bien, que se organicen, que prevean consecuencias, que controlen su agenda y sus tiempos y, sin embargo, les enseñamos a ir por la vida corriendo, improvisando, con prisas para compensar la falta de planificación.

No solo les metemos prisa para que se vistan, desayunen, recojan… también para que aprendan, para que entiendan lo que les explicamos, para que hagan amigos, para que se atrevan con nuevos desafíos…para que crezcan. Olvidamos que tienen su propio ritmo de aprendizaje y madurez, una personalidad diferente a la nuestra, unos intereses y objetivos distintos… Darles prisa no soluciona ningún problema sino que lo agrava, les impide crecer y los separa de nosotros.

Sustituye las prisas por organización y planificación. Ten en cuenta su capacidad de aprendizaje y reacción. Ante los problemas, media con tu hijo, negocia, haz reuniones familiares y resolución de conflictos, dale un tiempo para reflexionar antes de responder… ¡Incluso dale el espacio físico para hacerlo!

Por supuesto que nuestros hijos deben acostumbrarse al ritmo que marca la sociedad, por supuesto que deben acostumbrarse a trabajar bajo presión y a responder a estímulos estresantes pero preparémosles previamente para ello, dotémosles de recursos cognitivos, seleccionemos los estímulos para que desarrollen capacidades y no seamos nosotros el origen de su bloqueo y su estrés.

Con prisas no hay espacio para conectar con sus almas. Solo para hacer muchas cosas sin trascendencia.

miércoles, 20 de mayo de 2015

9 secretos de las personas que transmiten energía positiva


energia positiva 3


Hay personas especiales en el mundo que transmiten energía positiva, una energía especial que les hace brillar y que los demás perciben y aprecian porque les hace sentir bien y positivos.
¿Qué es lo que hacen las personas que realmente transmiten energía positiva?

1. Sonríen

Y no sonríen porque sea una forma de educación, sonríen porque no pueden evitarlo y prácticamente la sonrisa se les sale de la cara. Las “neuronas espejo” hacen que tendamos a reproducir a nivel mental lo que hace la persona que tenemos delante nosotros y, por lo tanto, cuando estemos con estas personas sonrientes también nosotros empezaremos a sonreír.

2. Están donde han decidido estar en ese momento de la vida

Hay estudios que afirman que la felicidad es proporcional a la sensación de control que tienes sobre tu vida, lo que quiere decir es que si has decidido tú estar ahí haciendo eso que quieres y donde quieres, aumenta tu felicidad exponencialmente.

3. Cuidan su cuerpo y su mente

Uno de los grandes cambios de la humanidad en los últimos años ha sido el aumento de la esperanza de vida. Si vamos a vivir muchos años más, tenemos que aprender a poner “vida a los años”. Las personas que transmiten energía positiva generan gran cantidad de endorfinas a partir del ejercicio físico, se cuidan y desarrollan hábitos saludables . Cuerpo sano, mente sana.

4. Cuando tienen un problema saben relativizar

Estas personas no se dejan sobrepasar por las situaciones complejas de la vida, tienden a mirar los problemas dentro de una perspectiva más amplia por lo que consiguen resolverlos más fácilmente y con menos carga emocional.

5. Se rodean de personas que, como ellos, transmiten energía positiva

A estas personas las encuentras rodeadas de personas positivas y que les hacen crecer y sonreír.

6. Mantienen su individualidad

Se consideran importantes y dedican tiempo a ellos mismos y a sus necesidades. Aunque a veces para otras personas puede parecer un comportamiento egoísta es una de las necesidades que tenemos como seres humanos, el de ser seres independientes, individuales y ser reconocidos por ser especiales.

7. Dan alegría y amor a los demás

Se preocupan por cuidar a su familia, buscando el equilibrio entre su individualidad y la conexión con los demás. Otra de las necesidades como seres humanos, según el famoso coach Anthony Robbins basado en los trabajo de Maslow, es la necesidad de conexión y amor. Por lo que aunque sean personas que en un momento de sus vidas puedan parecer independientes o solitarios buscan completarse a partir de dar amor a una pareja y cuidar a los demás.

8. Crecen constantemente

Todo lo que no crece en la naturaleza ya sabemos como acaba: muere. A nivel mental, a nivel profesional, a nivel pareja, familia… hay muchas áreas para mejorar. Las personas que transmiten energía positiva se preocupan por crecer, por mejorar y para ello leen, hacen cursos, viven diferentes realidades, hablan con gente que les estimule y son aprendices toda su vida.

9. Aprovechan las oportunidades que les brinda la vida

Son receptivos y la mayoría de las cosas que viven lo hacen como una oportunidad y con la apertura y flexibilidad para reconocer a las personas y a las oportunidades en su camino. No se dejan vencer por los obstáculos que hay en su camino, en vez de eso ven soluciones, oportunidades, se mantienen optimistas y disfrutan de todos los momentos que les da la vida.

domingo, 10 de mayo de 2015

¡¡Cuida tus palabras!! El método de los tres filtros de Socrates


Eres realmente consciente de cuántas veces eres parte activa de la proliferación de los rumores? ¡Cuida tus palabras! Los rumores son eso, muchas veces información poco o nada contrastada, algo que alguien dijo de otro alguien. 

Los rumores son grandes generadores de malestar y conflicto. Es importante tu toma de conciencia al respecto porque una buena comunicación empieza por revisar qué vas a comunicar, cuál es el mensaje. Puedes preguntarte cosas cómo: ¿para qué me llegó esto?, ¿a quién beneficia?, ¿puedo confirmar su veracidad?

En ese tipo de situaciones hay una forma de validar el mensaje que puede evitarte muchos disgustos y recolocarte en otro lugar. Te propongo utilizar el Método de los 3 filtros de Sócrates:

Un discípulo llegó muy agitado a la casa de Sócrates y empezó a hablar de esta manera:

- “¡Maestro! Quiero contarte qué va hablando de ti un amigo tuyo…”

Sócrates lo interrumpió diciendo: -“¡Espera! ¿Ya hiciste pasar a través de los Tres Filtros lo que me vas a decir?-

-“¿Los Tres Filtros…?”

-“Sí” – replicó Sócrates. El primer filtro es la VERDAD. –“¿Ya te aseguraste si lo que me quieres decir es verdadero en todos sus puntos?”

-“No… me lo contó una persona…”

-“Pero al menos lo habrás hecho pasar por el segundo Filtro, que es la BONDAD: ¿Lo que me quieres decir es por lo menos bueno?”

-“No, en realidad no… al contrario…”

-“¡Ah!” – interrumpió Sócrates. – Tu intención es contarme algo que es malo y no sabes si es cierto. Todavía puede pasar el tercer y último filtro, laUTILIDAD. ¿Es UTIL para mi que me cuentes eso?”

- “Para ser sincero, no…. Util no es.”

- “Entonces – sonrió el sabio – si no es verdadero, ni bueno, ni útil, ¿para qué contarlo?… ”

¿Tienes algo que decir a otra persona?¿Has oído hablar algo de alguien? ¿Una persona te contó algo de otra que conoces?… Recuerda pasarlo por la VERDAD, la BONDAD y la UTILIDAD antes de decirlo.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Procastinar o postponer las actividades menos agradables

ciclo procrastinación
La procrastinación consiste en posponer la tarea que debes realizar sustituyéndola por otra actividad secundaria (más agradable o irrelevante) que te distraiga de la principal. Dicho en otras palabras, es el hábito de dejar para mañana lo que puedes hacer hoy distrayendo tu atención a base de hacer cosas que te gustan más.
Procrastinar es un hábito muy negativo y realmente tiene que ver con causas más profundas porqué surge cuando nos tenemos que enfrentar a una situación que no nos resulta placentera y nuestra mente busca la manera de dejarla a un lado para distraerse y hacer algo que le resulte más agradable. El problema es que a menudo la procrastinación es tan importante que las tareas se alargan indefinidamente o incluso no las llegamos a realizar, con las consecuencias que ello conlleva.
Para superar la procrastinación, primero debes identificar la CAUSA que te afecta y AFRONTAR la solución en cada caso:
1. MIEDO/PERFECCIONISMO/ESTRÉS
El perfeccionismo es el miedo a no ser lo suficientemente bueno y el estrés es un estado de tensión causado por algún miedo.
Reflexiona:
– Busca la causa de tus miedos. ¿Qué es lo que realmente te causa miedo?
– Enfréntate a tus miedos ocupándote de lo que haces ahora (no puedes controlar el futuro) y relájate mientras trabajas, piensa sólo en lo que estás haciendo.
2. FALTA DE DIVERSIÓN
A veces nos olvidamos de que necesitamos hacer cosas que nos diviertan.
Reflexiona:
– Intenta distribuir tu tiempo de forma equilibrada entre trabajo y diversión.
– Piensa qué actividades te hacen sentir feliz y crea el tiempo para realizarlas.
3. FALTA DE MOTIVACIÓN
Si sólo piensas que tu trabajo o tarea es una obligación o una carga, deberías buscar una forma alternativa de enfrentar tu trabajo o tarea.
Reflexiona:
– Intenta añadir un elemento de diversión a la tarea que estés realizando (ponte música, mejora la presentación…)
– Prémiate con una recompensa que realmente te guste cada vez que termines una tarea que te supone un esfuerzo.
4. TRABAJO INEFICIENTE
A veces trabajas más tiempo del que es necesario en una tarea y esto puede hacer que te resulte pesado o aburrido.
Reflexiona:
– Mejora tu productividad: trabaja menos horas pero asegúrate de que las horas que dedicas estás muy concentrado y no te distraes.
– Concéntrate sólo en tu objetivo, no lo pierdas de vista, e imagínate cómo te sentirás cuando hayas finalizado tu tarea.
5. FALTA DE PLANIFICACIÓN
Procura que el tiempo no se te eche encima. Organízate el tiempo.
Reflexiona:
– Concéntrate en las tareas más importantes y realízalas primero.
– No te impongas una lista interminable de tareas. Sé realista con el tiempo que asignas a cada tarea.
6. FALTA DE DISCIPLINA
A veces necesitas usar la disciplina aunque no te apetezca hacer algo.
Reflexiona:
– Aprende a utilizar tu fuerza de voluntad y verás que una vez has empezado, seguir trabajando es fácil. EMPIEZA!
7. FATIGA FÍSICA O MENTAL
Tu cuerpo necesita estar bien descansado para que puedas trabajar adecuadamente.
– Procura alimentarte bien, estar en forma y descansar lo suficiente, de lo contrario tu cuerpo no te dejará hacer nada de lo que le pidas.
8. LADRONES DE TIEMPO
Tienes demasiadas cosas a tu alcance que te pueden despistar de tus tareas.
– Aparca el móvil en la cocina y no tengas el ordenador encendido o el facebook abierto mientras estás trabajando. Asígnate un tiempo después para estas momentos de ocio.
Sobretodo debes tratar de experimentar la sensación placentera que te aporta llevar tus tareas al día. Te sientes relajado, sientes que tienes el control sobre tu vida, y siempre estás disponible para los planes que te puedan surgir porqué lo tienes todo al día 
(Fuente: Mireia Seró)

sábado, 2 de mayo de 2015

5 claves para ser padres y coaches

¿Qué se necesita para educar hijos emprendedores exitosos? La respuesta a esta pregunta tan actual encontró voz en la experiencia de tres curiosas hermanas que se iniciaron en el mundo de los negocios cuando tenían menos de 10 años de edad.
Karen, Daniela y Stephanie Caravajalino son chicas colombianas normales que van a la escuela y enfrentan las mismas cuestiones que jóvenes de entre 19 y 21 años. Sin embargo, tienen una amplia experiencia como mujeres de negocios y conferenciantes que pueden ayudar a los padres a entender cómo relacionarse con sus hijos para despertar su potencial.
Tenían apenas seis, siete y ocho años cuando lanzaron su primera empresa de venta de chocolates y pronto empezaron a ofrecer sus productos de puerta en puerta con sus  vecinos.
“La idea de nuestra empresa de chocolates no era ganar por ganar, era empezar a desarrollar nuestros roles de empresarias. Yo era la gerente general, una de mis hermanas era la gerente de ventas y la otra era ejecutiva de ventas. La idea era que todas teníamos una función en la producción y la venta de los chocolates”, dice Karen.
Aunque parezca increíble, las jóvenes contrataron a su primer empleado tres años después gracias a la gran demanda de sus productos y pronto se extendieron en dos ciudades de Colombia. Sus chocolates empezaron a ganar cierto reconocimiento a través de ferias internacionales.
Su historia alcanzó mayor notoriedad cuando en 2003 -penas tenían siete, ocho y nueve años- fueron invitadas a dar una conferencia para una clase de MBA en una universidad privada de su país natal donde hablaron de temas como innovación y emprendimiento.
“Desde ese momento descubrimos nuestra pasión, que es hablar en público para motivar a jóvenes a que haga algo productivo desde temprana edad. Empezamos a ir a diferentes colegios, universidades, empresas, etcétera”, mencionan las hermanas.
Las chicas agradecen el papel que sus padres ejercieron para llevarlas al éxito, ya que consideran que su papá fue el mejor coach que pudieron tener para hablar en público.
En ese tenor, en 2009 publicaron su primer libro llamado “Padres y coaches” con su propia editorial Dreams Publisher (sólo tenían 13, 14 y 15 años) con el cual buscaban llevar a padres de todo el mundo experiencias propias y de otros jóvenes emprendedores.
La obra habla de técnicas de programación neurolingüística, como la teoría del cerebro triádico, y herramientas que padres pueden implementar en su educación para potencializar las capacidades de sus hijos.
“La persona que diga que estar en el mundo del emprendimiento es fácil está mintiendo. Es un camino difícil, pero que trae beneficios. Para mí, haber empezado tan temprano en la vida fue una clave porque desde niñas empezamos a adoptar el emprendimiento como un estilo de vida”, indica Karen.
Remarcaron que empezar desde tan jóvenes evitó que creencias culturales respecto al rol de la mujer en la economía o los límites propios de su edad fueran un obstáculo verdadero para emprender. 

Le preguntamos a Karen, Daniela y Stephanie cuáles serían los consejos que le darían a los padres que buscan potencializar las cualidades emprendedoras de sus hijos. Esto fue lo que nos dijeron:

1. Conozcan a sus hijos. Es muy importante conocer cómo piensa su hijo, de qué manera entiende o comprende. Hay que saber detectar qué le apasiona y ayudarle temiéndolo en diferentes clases para detectar lo que realmente les gusta.
2. Saber cómo marcar el subconsciente de los niños. Los padres marcan sin querer el inconsciente de sus hijos. Esta parte de la mente es donde se acumula toda la información que hemos captado desde el momento del nacimiento. El cerebro utiliza esta información para reaccionar a su medio ambiente. Muchas veces los padres dicen o hacen cosas, debido al estrés o la rabia, que causan un profundo impacto. Decir cosas como “Ay, qué tonto eres” y repetirlas constantemente puede hacer que los niños empiecen a creer que en verdad son ineptos.
Hay que marcar el inconsciente de los hijos de manera positiva para que tengan una autoestima alta, un carácter firme y la capacidad de enfrentar los obstáculos en la vida. Recuerda que en la vida de un niño no hay palabra más importante que la de sus padres.
3. No piensen que sus hijos son iguales a ustedes. Aunque se parezcan físicamente, tus hijos pueden pensar, entender y sentir de manera diferente. Si tú eres ingeniero no deberías obligar a tu hijo a seguir tu mismo camino. Tu hijo puede tener un tipo de cerebro diferente al tuyo y eso está perfectamente bien.
4. No implementen creencias del siglo pasado. Los padres hoy en día tienen demasiadas creencias que puede que no sean malas, pero que ya no aplican a la realidad actual. Pensar que el dinero es “cosa del diablo” o que una mujer debe quedarse en casa son ideas que chocan con la realidad actual.
5. Empiecen a desarrollar la inteligencia financiera de sus hijos desde temprano. Hacer una noche de Monopolio, enseñarle cómo funcionan las compras y darles un poco de efectivo que administrar, son actividades sencillas que ayudan a que el niño tenga una relación sana con el dinero.